Los cuestionamientos se reavivaron en las últimas semanas a partir de la internación psiquiátrica del hijo de Roberto Pettinatto.
Especialistas en salud mental desmintieron de modo categórico que la Ley Nacional Nº 26.657 impida las internaciones involuntarias de personas que atraviesan padecimientos psiquiátricos severos, y coincidieron en que los problemas que atraviesan algunas familias para acceder a éste u otros tratamientos terapéuticos no tienen su origen en el articulado de esa norma, sino en las dificultades para su plena implementación.
"Si bien es cierto que los padecimientos mentales y los consumos problemáticos (de sustancias psicoactivas), cuando revisten gravedad, son muy difÃciles de abordar, la Ley de Salud Mental brinda herramientas suficientes para todo tipo de intervenciones, incluyendo las que se hacen sin el consentimiento de la persona", dijo el exdiputado y autor de la ley, Leonardo Gorbacz.
"En todo caso, el debate no deberÃa enfocarse en la ley, sino en cómo está organizado el sistema de salud mental o cómo hacemos para mejorarlo, tanto para la atención de situaciones de crisis como para los abordajes ambulatorios o cómo se hace para que la internación no se transforme en una institucionalización", agregó.
Los cuestionamientos a la Ley de Salud Mental, sancionada en 2010, se reavivaron en las últimas semanas a partir de la trascendencia mediática de la internación psiquiátrica del hijo de Roberto Pettinatto, Felipe, tras sobrevivir al incendio del departamento donde se encontraba presuntamente transitando una crisis en presencia de su neurólogo, quien resultó muerto en el siniestro. Y el abordaje y las derivaciones clÃnicas que tuvo una nueva situación de consumo de sustancias psicoactivas por parte del cantante Santiago "Chano" Charpentier.
"Es algo que se podrÃa haber evitado si la Ley de Salud Mental fuera de otra manera", opinó su hermana Tamara Pettinato. Una postura similar asumió la madre de "Chano".
La ley de salud mental supuso un cambio de paradig
Aprobada el 25 de noviembre de 2010, la Ley Nº 26.657 supuso un cambio de paradigma en materia de salud mental en concordancia con los tratados internacionales y las exigencias de la OMS, en la medida en que implica pasar de un modelo "hospital céntrico", tutelar y de aislamiento a otro basado en la atención en hospitales generales y una red integrada de dispositivos intermedios de base comunitaria (casas de medio camino y de convivencia, centros y hospitales de dÃa, talleres, emprendimientos sociolaborales), la autonomÃa con apoyos y la inclusión social.
Además, limita las institucionalizaciones, fija un mÃnimo presupuestario de 10% de los fondos destinados a salud, prohÃbe la creación de nuevos centros de encierro (antes llamados "manicomios") y contempla la readecuación de los existentes hacia instituciones polivalentes