Tres detenidos por presunta "estafa piramidal" y ahora van por el cerebro de la banda delictiva

 El lunes les fue rechazada la eximición de prisión y cayeron presos ayer. Los denunciantes afirman que la "estafa" ascendería a $ 10.000.000.




Una mujer, un primo y su novio fueron detenidos ayer a la mañana y alojados en Delitos Comunes, sospechados de ejecutar una "estafa piramidal" superior a los $ 10.000.000, cuyo cerebro organizador sería denunciado en las próximas horas.

"Estafa y asociación ilícita" son los cargos enrostrados por la fiscal Belkis Alderete. Los acusados son, María Yudith Ávila, con residencia en el B° Belgrano; su primo, Javier Ignacio Palomo, del B° Siglo XX y Javier Sández, de quien no trascendió su domicilio.

Las denuncias fueron motorizadas por un médico, su padre y tres comerciantes, patrocinados en forma separada por los abogados Carlos Ríos López y Luis Barraza.

Uno de los comerciantes señaló en su presentación que fue contactado con Ávila en noviembre del 2021. "Ella se presentó como una inversora", señaló. "Yo le hablé sobre unos ahorros y ella me sugirió invertirlos en un negocio jurídico", acotó.

Más allá de la letra chica, el negocio adquirió vida propia. "Puse $ 1.500.000. Se me pagaría un interés del 15% del capital. Éste me sería devuelto en la primera semana de diciembre del 2021 y, a su vez, el interés se me abonaría el 15 de ese mes", precisó el denunciante.

Sin cobro

Llegó la primera semana y el comerciante no cobró nada. Envió mensajes de Whatsapp y le respondieron que al día siguiente le sería remitido el dinero, pero no sucedió. En la segunda semana habría arribado a la casa del comerciante Palomo y le habría entregado $ 225.000 en concepto de intereses del capital.

Cesó el 2021 sin más ganancias, ni noticias. En enero de 2022, los novios solo tuvieron disculpas para el comerciante. Persuasivos, le propusieron otro negocio: una nueva inversión de $ 200.000 que el comerciante rechazó y ahora volverán a reencontrarse, en los tribunales.

La historia del médico difiere en su forma, pero en esencia conllevaría matices similares. Los conoció entre julio y agosto del 2021. Palomo me invitó a negocios tentadores. Comencé con préstamos chicos, entre $ 100 y $ 150.00 e intereses del 20% pagaderos a los 15 días", dijo.

"Al principio, cumplieron con 6 o 7 inversiones pequeñas. En noviembre me solicitaron ampliar la inversión a $ 3.000.000. Charlé con parte de mi familia y aceptamos. Invertimos $ 3.000.000 con intereses del 20 % (unos $ 600.000) a ser efectivizados a los 20 días".

Incumplido lo pactado, el trato se interrumpió con Ávila y Palomo. "… En diciembre se comunicó un hombre (cuarto) y me entregó un cheque por $ 500.000, a ser pagado el 7 de febrero de este año. Me presenté en esa fecha y la orden bancaria carecía de fondos. Así que decidí denunciarlos a todos", resumió.

Con anuencia de la Justicia, los efectivos de la División Homicidios y Delitos Complejos requisaron tres domicilios, propiedad de los acusados, y lograron apresarlos. Quedaron a disposición de la Justicia, que continúa con la investigación.

Del no a la eximición de prisión, a los allanamientos

El abogado de los tres imputados, Luis Palavecino, señaló: "El lunes nos fue rechazado el planteo de eximición de prisión y acudiríamos ante la Cámara de Apelaciones. Sin tiempo a nada, nos encontramos este martes con la detención de mis representados". Para el letrado, "corresponde formular una denuncia".

En contexto, la audiencia fue presidida por la jueza Cecilia Vittar, quien desestimó el requerimiento de Palavecino, al priorizar los riesgos procesales fundados por la fiscal Belkis Alderete, en la audiencia.

En la misma resolución, fue dispuesta la detención de Ávila, Palomo y Sández, quienes cayeron ayer a la mañana cuando efectivos allanaron los inmuebles. Después, una comisión policial los alojó en la sede de Delitos Comunes, en la ex Fandet, en calle Antenor Álvarez. Ahora, la Fiscalía definirá sus tiempos y proyectaría indagarlos antes del viernes.

Cheque sin fondo, cuarto eslabón y todos prendados a la asociación ilícita

Los abogados no descansan. No descartan que Ávila, Palomo y Sández intenten defenderse alegando que fue un negocio que salió mal y se escuden en un presunto incumplimiento. Intuitivos, en las próximas horas denunciarían a un cuarto sospechoso. Atacarían ahora al responsable del cheque de $ 500.000 que fue literalmente rebotado al médico por falta de fondos.

Con la orden bancaria en mano, Barraza bregaría por una asociación ilícita, figura que torna inviable cualquier pedido de excarcelación para él o los jefes de la misma.

Pese al hermetismo en que se rige el proceso, el letrado sostendría que los cinco damnificados fueron víctima de una organización que deliberadamente se reunió para estafar a gente, con inversiones millonarias; sin límites, tanto como para entregar cheques sin fondos, todo a contramano de la Ley.




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